Enrique Fernández: "Me gusta crear personajes vinculados de forma directa con la naturaleza o con un mundo espiritual, incluso místico"
Actualización del proyecto: Nima
La campaña de Nima ya tiene una semana de vida, ¿qué mejor manera de celebrarlo que con una entrevista a su creador? Enrique Fernández nos desvela más detalles sobre todo lo que rodea a nuestra querida ninfa.
Transición del sistema tradicional de publicación hacia el micromecenazgo
Enrique, cuéntanos por qué has elegido trabajar con Spaceman Project.
Enrique Fernández:
Después de unos cuantos años creando cómics por la vía “tradicional” me encontraba con varios factores que me desmotivaban, tanto personales como profesionales y que me hicieron ver como obsoleto trabajar para ese medio. Por un lado tenía que trabajar con un ritmo constante de producción que no permitía fallos, sacando un álbum al año, algo que resulta extenuante cuando debes combinarlo con encargos paralelos, que por lo general son mucho más rentables.
Por otro veía que a pesar de que algunos editores extranjeros se interesaban por mi trabajo, y así me lo hacían saber directamente, esas ediciones extranjeras no prosperaban tras negociar con la editorial que poseía los derechos. Tampoco me agradaba el tener tanto material extra de cada proyecto que nunca podría compartir con mis lectores. Se trata de un material que enriquece la obra y en el que invierto muchas horas de trabajo.
Realizar un cómic por la vía en que lo estaba haciendo, conlleva dedicar mucho tiempo, con poca compensación económica, con nulo control sobre la obra, poca difusión y con escasas posibilidades de opinar sobre cómo darlo a conocer. Un número de personas interesadas relativamente bajo es suficiente para apoyar un proyecto diferente con mucha más difusión, más beneficio para autores y lectores, y con un material mucho más interesante y exclusivo.
Coincidió en ese tiempo en que andaba buscando algo diferente el toparme con el crowdfunding, y empecé a considerarlo como una alternativa eficiente para financiar la autoedición. El único inconveniente era que debía comprender y gestionar muchos aspectos del mundo editorial que me eran ajenos. Mi primera experiencia es ese sentido me ha demostrado que puede hacerse todo de manera relativamente sencilla con un poco de interés y esfuerzo extra, pero que a pesar de esa dedicación hay temas que para una sola persona es muy complicado gestionar.
La alternativa que ofrece Spaceman Project cubre lo mejor de las dos vías, ofreciendo una mayor difusión y control de la obra, con formatos atractivos para el lector, mayor beneficio y comodidad para el autor y la garantía de un equipo profesional para la gestión de los aspectos técnicos.
Nima, una ninfa contra las reglas establecidas
¿Desde donde trabajas?
Enrique Fernández: Dejé Barcelona para vivir con mi familia en la Garrotxa, una zona de Cataluña con unos paisajes impresionantes, de una naturaleza muy viva y exuberante. ¡Llena de rincones donde dejar que las musas te susurren al oído! Intento empezar cada día dando un paseo por la montaña, y siempre hay algo atractivo que estimula la imaginación, ya sea un paisaje o un pequeño detalle. Buena parte de lo que es Nima viene de ese sentirme acogido y estimulado por el entorno natural.
¿Quién es Nima?
E.F. Es una joven ninfa que vive en la profundidad de los bosques. En este escenario de atmósfera fantástica existen unas normas propias que han de conocerse. En la naturaleza de las ninfas está su incapacidad de engendrar hijos varones. Como especie, sólo logran subsistir seduciendo a un humano, yaciendo con él y seguidamente haciéndolo desaparecer. Esta es la tradición de las ninfas pero, ¿qué sucede cuando una de ellas descubre, en su primer contacto con un humano, que este no es como le habían explicado que eran los hombres?
¿Qué pasa por la cabeza de Nima?
E. F. Nima tiene que cumplir la tradición de acabar con la vida de este varón perdido en el bosque para mantener su mundo tal como se conoce, pero tiene dudas. Las emociones, los sentimientos, el replanteamiento de las obligaciones de Nima, las mostraré en esta historia de amor imposible. Me interesa este dilema, plenamente humano, entre lo que siente el corazón y el deber. El enfrentamiento entre lo que es natural y lo que dicta la tradición, el contraste entre lo que es el mundo de los sentimientos y el imperio de las normas que son obsoletas es el principal leitmotiv de esta aventura de ambiente exótico y fantástico.
¿Cómo surgió la idea?
E. F. Me atrae siempre la temática de los cuentos fantásticos, de los personajes que descubren pequeños mundos ocultos, y las consecuencias que conllevan esos descubrimientos.
En Nima me atraía la idea de confrontar dos personajes, el chico que ama la naturaleza y la ninfa que es la esencia salvaje de la misma. En este choque, él representa la ingenuidad de los que nos adentramos en el bosque buscando una fantasía idealizada, y ella la realidad más primitiva, la que vive de forma salvaje en que el principio básico es la subsistencia y la perpetuación de su especie.
¿Por qué vuelves a tocar la temática de los habitantes del bosque?
E. F. Me gusta crear y utilizar personajes vinculados de forma directa con la naturaleza o con un mundo más espiritual, incluso místico. No los considero una temática por sí mismos, más bien es el medio que me permite explicar historias. Es una trama que forma parte de la esencia de los cuentos tradicionales, y que me ayudan a expresar ciertos conceptos creo de la forma más interesante. Me resulta más convincente un personaje fantástico para explicar vínculos con una tradición ancestral inventada. Me hace sentir que ese personaje me habla de una realidad que, a pesar de que yo no la conozca, para él es una realidad viva en el tiempo presente. Es un contraste que me gusta mucho, la sensación de irrealidad que nos produce la existencia del personaje y el hecho de que para el protagonista su percepción de esa realidad es completamente natural y verídica.
¿Cuáles son tus referentes para hacer esta historia?
E. F. En cuanto al tono me encantaría conseguir las mismas sensaciones que me producen obras como Preciosa Oscuridad de Vehlmann y Kerascoet, o el punto de humor de Socrates el semi-perro de Sfar y Christophe Blain. Isaac el Pirata, también de Blain, o Los tres frutos de Oriol Hernández y Zidrou...
No sé si habrá un nexo común para todas esas obras, pero si lo hay para mi es por encima de todo la atmósfera que en todas ellas me absorbe de inmediato, me sumerge en una narración y consigue que me olvide que tengo un libro entre las manos. Mi finalidad con Nima es conseguir ese tono envolvente de cuento y de aventura fantástica.
¿Qué técnicas utilizas en este álbum?
E. F. Uno de mis objetivos con este libro es disfrutar realizando las páginas a mano, pintándolas con gouache. No quiero ni pretendo ser purista al cien por cien, me supone demasiada presión el realizar las páginas sin la red de seguridad que me ofrece la pintura digital, pero intento que haya el mínimo retoque posible del material físico. Quiero disfrutar de la espontaneidad y de los trazos inacabados, para darle más frescura a todo el conjunto.
Para cada libro que hago busco una técnica diferente, es otro de los estímulos que me motivan a la hora de contar historias y buscar que tengan una personalidad propia.
A tu trilogía de álbumes de Brigada, le falta el último título. ¿Tienes previsto finalizarla?
E. F. Sin duda, la terminaré. Un proyecto no cancela al otro, solamente lo aplaza. La campaña del tercer tomo de Brigada llegará más adelante, pero ahora el cuerpo me pedía un respiro. La parte técnica al final del proceso con el segundo tomo de esa serie llegó cargada de problemas que requerían mucha energía y ahora que están solucionados necesitaba alejarme un poco para coger fuerzas, hacer una cosa distinta, y con Nima estoy consiguiendo disfrutar mucho de mi trabajo.
(Entrevista realizada por Jordi Riera)